martes, 11 de marzo de 2008

Siempre nos quedará Paris

En estos momentos en la calle Génova de la Capital, está reunido el Comité Ejecutivo Nacional del PP, después de la derrota electoral de la noche del domingo, no tenemos más remedio que coger el toro por los cuernos y levantarnos, trabajar más y mejor, para que el futuro de nuestros hijos sea mejor.
Para seguir en el camino no cabe duda que hay que reflexionar sobre los motivos de la derrota, pero, lo más importante es mirar al futuro, crear nuevos horizontes y nuevas ideas que hagan que ganemos en credibilidad y confianza, para que la mayoría de los españoles confíen y crean en nosotros.
Dos son las cosas que sabemos que nos fallan, una es la comunicación y la otra es conocer el pie de calle, el pie de obra. Curiosamente sabemos desde hace mucho tiempo fallamos en ambos aspectos, pero no lo solucionamos, o no le ponemos el interés o el tiempo necesario para dar soluciones al problema. Lo que está claro es que nuestro fuerte son las ideas y los valores, basados en el respeto y la libertad del individuo, a partir de aquí debemos continuar en el camino, pero sin olvidar dónde fallamos y qué debemos hacer para seguir el buen camino.
Está claro que el panorama político nacional ha cambiado, IU casi ha desaparecido, y las minorías son cada vez más pequeñas, exceptuando a los conservadores catalanes de CIU, que se mantienen. Por lo tanto, tenemos que recuperar espacio en los nuevos votantes y en los desencantados de la Izquierda más centrada. Para ello, repito una vez más hay que bajar a la arena de la plaza, huir del despacho y de la gomina, despeinarse un poco y arremangarse la camisa, y sobre todo escuchar, escuchar la calle, al camarero, al taxista, al peluquero... en fin, escuchar a todos los que después nos van a examinar.