Los hay que se visten por los pies, Miquel Ramis es uno de ellos, un hombre que al igual que Alberto Ruiz Gallardón deseaba ir en las listas al Congreso de los Diputados. Ninguno de los dos va, uno protesta y públicamente demuestra su insatisfacción, el otro no. Ambos con iguales o distintas aspiraciones políticas, la política nacional como telón, una candidatura como pretexto.
Miguel está jodido, lo sé, además es normal, tenía una ilusión y esta se ha desvanecido. Lo que si sabemos todos es que a pesar de ser el Portavoz actual del Partido, no ha empleado su carácter público para mostrar su desilusión o su enfado por no haber logrado el objetivo que tenía propuesto, en cambio Gallardón si lo ha hecho, y esto es lo que diferencia a uno de otro, Ramis es lo que se suele decir en el lenguaje político un hombre de Partido, alguien que está a disposción de ese ente, el Partido.
Hablando de hombres de Partido, recuerdo que en febrero de 2003, Catalina Cirer declinó tener la presencia de José Mª Rodríguez en las listas municipales, a él tampoco se le oyó, otro hombre de Partido que nunca dijo nada aceptando la decisión que había tomado la cabeza de lista.
Este tipo de decisiones a veces pueden costar votos, creo que en el caso de Rodríguez a la larga ha costado votos, lo de Gallardón por el contrario a la corta los puede costar, el tercer caso, el de Ramis era una apuesta más agresiva para conseguir el 5 Diputado, que la de Salom, pero el coste en votos puede que no sea tan apreciable, ya que los números en Baleares son bastante claros.
Como habéis podido apreciar a Gallardón le he dado una de cal y otra de arena, esto es puesto que considero necesaria su presencia y creo que arrastra votos, pero las formas y los objetivos empleados por el Alcalde de Madrid, no son los mejores. Resulta lógico que Rajoy haya desestimado su presencia, iba a sustituirle antes de que el Presidente del Partido Popular pierda o gane las elecciones.
